
¿Cómo llegaron a la Argentina?
Las Empanadas llegaron al continente americano a través de los españoles, quienes las heredaron de los árabes, los que a su vez la habían heredado de los persas.
En la Edad Media uno de los propósitos más importantes de estas preparaciones era conservar la carne, ya que su cocción dentro de una masa consistente conseguía protegerla varios días; mientras que cuando se pretendían consumir al momento se horneaban en pastas más finas.

Cordillera latinoamericana
A lo largo de toda la cordillera latinoamericana esta exquisita y práctica comida se convirtió en un plato típico, originalmente se asentó en la región andina y fue modificándose con los productos autóctonos de cada territorio al grado de que cada una de sus provincias tienen su propio estilo de Empanadas.
La variedad de las empanadas argentinas es muy grande, pueden ser mas o menos jugosas, mas o menos picantes horneadas en horno común o de barro, o fritas, ya que según la región cambia el sabor por el aroma único del comino del noroeste argentino o ardiente por el ají que llegó del Perú, perfumada por las aceitunas o las pasas de uva, el huevo duro y principalmente sus diferentes estilos de carne hacen que el relleno y la masa sean un poema al paladar, así también como la forma del repulgue, repulgue arriba, abajo al costado, las orejas dobladas o sentadas.
Pueden ser al horno o fritas, saladas o dulces, pero en cualquier rincón del país son un alimento cotidiano y un símbolo regional.

25 de Mayo de 1810
Algunas décadas antes de la Revolución del 25 de Mayo de 1810, eran comer una Empanada al paso siendo lo más popular en las calles de la joven Buenos Aires. Las imágenes de la Plaza de Mayo colmada de gente, con Empanadas en la mano están grabadas a fuego en el inconsciente de los argentinos, gracias a los ilustradores de los libros de historia.
La más común en la época eran las de carne y cebolla, ya que en ese momento de la historia el queso era un lujo al que muy pocos podían acceder.
Época de fiestas patrias: 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio; días que no faltan en las mesas argentinas las muy apreciadas empanadas.
